Tuesday, August 29, 2006

NO te saco el Guante de la Cara

Pensé: Voy a Cuba porque allá se estan muriendo de hambre y su gente vive oprimida por un malvado déspota llamado Fidel Castro que encarcela, tortura y mata a cualquiera que piense diferente. Nos han enseñado que este tirano despiadado se lucra del trabajo esclavizante que impone sobre su desnutrido pueblo y que la única salida que los cubanos poseen es lanzarse en balsa (a riesgo de ser fusilados) en dirección hacia Estados Unidos. Yo me dije: 'Voy a Cuba a ayudar al desvalido, a socorrer al enfermo y brindarle apoyo al oprimido.' Comprendía que mi democrático gobierno estadounidense prohibe la entrada de sus ciudadanos a territorio cubano por causas de nuestra propia protección, después de todo Bush no desea que sus ovejas vayan a ser secuestradas por los lobos. Pero mi conciencia me dictaba que no podía quedarme parado en la orilla del camino a observar cómo la injusticia y el dolor se apoderaba cada día más de mis hermanos cubanos. Así que tomé una decisión y arranqué rumbo a Cuba para luchar en contra del régimen castrista y liberar a Cuba de una segura aniquilación. Después de dos días llegué a Cuba. Para mi sorpresa la pista del aeropuerto (internacional) estaba asfaltada y los aviones eran jets. Al bajar del avión, con mucho temor, observé todo a mi alrededor para asegurarme de que no había nadie dispuesto a hacerme daño o privarme de mi libertad. Todo parecía normal, pero por supuesto no bajé mi guardia. Sabía que los problemas llegarían tarde o temprano. Recuerdo que al disfrutar de la bienvenida de una banda musical de ritmos afro-cubanos pensé que lo más seguro el gobierno los obligaba a tocar, cantar y bailar para mostrar al Mundo una cara de falsa felicidad y estabilidad. Sentí pena por esos pobres señores que debían, por el bien suyo y probablemente el de sus familias, sonreir, cantar, bailar y entretenernos cuando en realidad se estaban muriendo de hambre y enfermedad meintras su maldito líder fumaba habanos de los más caros del Mundo y bebía vino de las mejores cosechas. Me llevaron a mi hotel y me quedé sin aliento. ¡Era un hotel de cemento! ¿Cemento en Cuba? Yo creía que todo allá estaba construído en paja, bambú y palmas. Una aldea al fin. Pero no. Hay casas de cemento, carreteras asfaltadas, agua, luz, semáforos, automóviles, aire acondicionado, hospitales, escuelas, iglesias (¿Cuba no era atea?) y sobre todo había paz, vida y felicidad en sus plazas y parques. ¡¿Qué diablos esta pasando?! me pregunté. No es posible que todo esto sea una farsa, una fachada o un juego de perspectivas. Bueno, pero quizás es que Fidel preparó esta ciudad para recibir a los turistas y engañarlos mientras el resto de Cuba se muere de hambre... si.... eso debe ser. Pues entontes me propongo visitar la isla de Cuba desde la costa oriental hasta la costa occidental. Seguro que no viajo mucho antes de encontrar a los enfermos y hambrientos infelices. Visité la provincia de Santiago de Cuba por unos días y no encontré nada negativo. Su gente es humilde, hospitalaria y generosa. Sus calles son limpias y las utilidades funcionan muy bien, casi mejor que en Puerto Rico. Todos trabajan y no se ven tantos vagabundos como observo en mi isla. Tengo que salir de aquí y verificar en otras provincias. Arranco hacia la provincia de Holguín. Maldición. Aquí todo es igual. El sentido de patria y el orgullo nacional se ve en cada esquina. Las muestras de apoyo hacia la Revolución Cubana que encontré a través de los pueblos demuestran la solidaridad del pueblo hacia Fidel, el Che Guevara, Antonio Maceo, Máximo Gómez, José Martí y otros. A diferencia de mi Puerto Rico, en Cuba, sus héroes son inmortalizados en esculturas, parques, museos, escuelas, hospitales, carreteras y hasta letreros.
Encuentro Internacional
Debo proseguir con mi investigación porque: o Estados Unidos miente o Cuba es experto en teatros. He continuado viajando por Camagüey, Santa Clara y he llegado hasta La Havana. No puedo creer lo que mis ojos ven, mis oídos escuchan, mi boca prueba, mis manos tocan y mi alma siente. Cuba no se parece en nada a lo que me habían enseñado desde pequeño. He llegado a la conclusión de que Cuba sufre. Si, Cuba sufre, pero no a causa de Fidel Castro, tampoco a causa de la revolución y mucho menos a causa del socialismo. Cuba sufre a causa de Estados Unidos. ¡Cuba sufre por mi culpa! ¿Cómo he sido tan ciego? ¿Cómo pudieron engañarme? Furia corre por mis venas. Viajé a Cuba para socorrer a un pueblo pobre, oprimido y triste; y encontré a un país rico, libre y feliz que no se queja del bloqueo sino que trata de ayudar al prójimo con lo poco que tiene, o le dejan tener. Por eso digo que Cuba es un país rico. Rico por sus habitantes, rico por su revolución, rico por sus recursos naturales, rico por su cultura, rico por sus tradiciones, rico por su historia, rico por su lucha y ricos porque lo que tienen no es de ellos sino de todos. He aprendido una valiosa lección que ha marcado lo más profundo de mi razón: Todo es relativo, nada es absoluto y algunas cosas son mentiras. Por esta razón, y muchas otras, mi pensamiento lo forjo yo, mis ideales los desarrollo individualmente porque mi existencia es única e incomparable. Hoy, estimado lector, le eshorto a que construya su propio destino. Si permitimos que cualquier porquería nos guíe, cualquier porquería será nuestro futuro. Aprendí que la ignorancia es el peor asesino. Yo pensaba que Cuba era un país desangrado y encontré que pese al bloqueo, Cuba posee una economía mejor que Puerto Rico. Es más: El sistema de salud es gratuito para todos los ciudadanos, es sistema de educación es de primera categoría y gratuito, la infraestructura se encuentra en mejor estado que la puertorriqueña, la agricultura es base fundamental de su desarrollo junto al turismo, sus niveles de mortandad son mínimos, su criminalidad es baja, su conciencia nacional y patriótica el extremadamente alta y robusta, su cultura es única, inigualable y esta protegida, su líder, Fidel Castro, es amado, apoyado y admirado no por su poder militar ni represivo, sino por sus ejecutorias justas y con fines sociales, siempre manteniendo a los niños como la meta de todos sus adelantos y empresas. Cuba es libre. Puerto Rico no lo es. Cuba es independiente. Puerto Rico no lo es. Cuba lucha sin cesar. Puerto Rico se rindió hace tiempo. ¿Cómo es posible que un país que enfrenta el peor bloqueo económico en la historia del Mundo viva en condiciones casi similares(quizás un poco mejor) a la de un país colonial que goza de la "ayuda" del país más rico y poderoso del Globo?¿Cómo pueden los cubanos vivir con un autoestima nacional tal alta y nosotros vivir en una sociedad tan pobre y maltrecha si poseemos mucha más riqueza material que ellos?¿Será acaso que el dinero no lo es todo y la libertad si?¿Será acaso que el poder no vale nada si no puedes vivir en paz? Imagino que muchos y muchas deseen objetar y/o refutar todo lo plasmado aquí y es loable pero ¿por qué mejor no visitan a Cuba y lo ven por ustedes mismos?¿Qué tienen que perder? ¿Acaso le temen tanto a ese que dice protegerlos? Pues yo no le temo. Y mi pequeña 'osadía' me llevó a conseguir algo, que quizás ninguno que no se atreva pueda obtener: CONCIENCIA

Albizu en Cuba
por Javier Vélez Thursday, Aug. 03, 2006 at 5:47 PM

Monday, August 07, 2006

Un secreto muy bien guardado

Del Granma ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDOCOMUNISTA DE CUBA

Para que sigas aprendiendo mi niño

Nacía la década de los sesenta y con ella la Revolución que hizo de Cuba un país único. Tras un siglo de lucha, la República se mostraba orgullosa por primera vez. El nuevo Gobierno había borrado varias de las huellas dejadas por la explotación, la injerencia imperialista y el saqueo bajo los cuales vivieron los cubanos durante muchos años; pero la situación aún imponía titánicos retos.
Más de 3 500 centros de cambios se abrieron en todo el país.
En el orden financiero, por ejemplo, la Isla se encontraba devastada. La circulación monetaria no estaba a la par del flujo productivo y la venta de bienes y servicios. Se habían emitido más fondos que los requeridos para los habituales ajustes de pago de la economía nacional.
Según Raúl Cepero Bonilla, destacado economista cubano, trágicamente desaparecido en un accidente aéreo, en aquella época casi el 40% de los billetes en circulación estaba congelado por el atesoramiento. La mayor parte en bancos norteamericanos, lo cual era totalmente ilícito, pues la ley prohibía exportar billetes y atesorarlos.
Luego del triunfo revolucionario, el Gobierno solo encontró en el Banco Nacional una reserva monetaria de alrededor de 50 millones de pesos. Fue entonces cuando, bajo estricto secreto, comenzó a preparar una medida que sorprendió a todos y debilitó la base financiera de la contrarrevolución, respaldada como siempre por Estados Unidos. El seis de agosto de 1961 entró en vigor en la nación la segunda y más importante Ley del Canje de Billetes en aquel momento, bajo la supervisión del Comandante Ernesto Che Guevara,quien había sido presidente del Banco Nacional de Cuba. Aquellos primeros billetes llevaron una firma singular: Che.
Ya desde noviembre de 1960 había comenzado a imprimirse la moneda sustituta. El canje se efectuó en solo dos días. Fue favorecido por más de 60 000 personas, entre trabajadores bancarios, milicianos y miembros del Ejército Rebelde, que laboraron en 3 500 centros de cambio de todo el territorio. Tras esta operación, el Estado cubano se benefició con la confiscación de casi 500 millones de pesos.
Explicaba Bonilla que no fueron presentados a la transacción 462,1 millones, perdiendo así todo su valor. Este dinero estaba entonces en manos de los antiguos explotadores de la industria, la agricultura, el comercio y la banca; y en su mayoría era fruto del robo continuo de los fondos públicos que ejercieron los anteriores gobiernos títeres.
Relata que se decomisaron, por exceder la cantidad máxima autorizada, 72,5 millones de pesos, hecho que afectó a 3 725 personas y 639 empresas; que representaban solo el 0,2% del millón 768 144 personas que acudieron al cambio. La medida no incluyó, obviamente, a los depósitos de ahorro y cuentas corrientes.
Ante tal golpe, el imperialismo probó diversas vías para canjear algunos pesos por dólares. Propiciaron tales maniobras la embajada de los Estados Unidos en La Habana, la base naval de Guantánamo y en general el movimiento contrarrevolucionario.
Pero la Revolución adoptó prontamente nuevas leyes que impidieron estos sucios manejos. Solo en la base naval de Guantánamo se introducían mensualmente no menos de 350 000 billetes cubanos de los acopiados en los bancos estadounidenses, mediante el arbitrario e injusto cambio de dólares por pesos.
Esta medida, muy decisiva en aquella época, evidenció el progresivo desarrollo que la Revolución cubana comenzaba a adquirir en cuanto a experiencia, organización, y eficiencia administrativa. Facilitó la planificación total de la economía. Fortaleció la moneda nacional y le garantizó estabilidad.
Destruyó también el peligro potencial que representaban para la economía cubana aquellos 724,9 millones de pesos atesorados y fuera de control. Asimismo, el canje de 1961 favoreció la erradicación del mercado negro del peso cubano en el país, aquello fue uno de los secretos mejor guardados.

Saturday, August 05, 2006

Todo Tiene Su Final

Esta canción que es representativa de la realidad mas allá de lo que tu piensas. Como todo tiene su final, hasta aquí se acabo tu velorio. Mejor dicho tu baquiné por que entre tambores de santos y yoruba zusurrado al oido con el presagio del futuro, va saliendo a flote la verdad el fin de algo en Puerto Rico se acerca y ese algo es la colonia. Hecha pa lante cobarde todo tiene su final oigo una voz que me dice que todo tiene su final Tierra va a temblar Tierra va a temblar no mires pa tras.

Thursday, August 03, 2006

Diálogo Antisocrático

Articulo del Granma diario. Para ti Mother Flower !
El diálogo que da motivo a nuestro trabajo de hoy ocurrió el pasado lunes 10 de julio, en Washington D.C., con motivo de la presentación oficial de la segunda parte del Plan Bush sobre Cuba o más bien el Plan de Anexión de nuestra nación a los Estados Unidos.
Rice y McCarry durante una de las presentaciones en el Departamento de Estado.
Los protagonistas de la introducción fueron la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, este último el que ocupa la plaza que le corresponde por el sistema de cuotas a la mafia anticubana de Miami en esta Administración.
Luego de las breves palabras de ambos, vino el plato fuerte, el diálogo antisocrático. Sus protagonistas fueron Caleb McCarry, funcionario del Departamento de Estado que vive del ejercicio de soñar despierto de que es quien gobierna en Cuba (como sucedió ya a finales del siglo XIX tras la intervención con Leonardo Wood) y la prensa acreditada en esa dirección del servicio exterior.
Analicemos algunos fragmentos.
La primera pregunta que le hicieron al señor McCarry fue:
"Usted habla de "Acuerdo con el Pueblo Cubano", pero la palabra acuerdo insinúa que está acordado por ambas partes. ¿Qué le hace pensar que el pueblo cubano está interesado en la ayuda norteamericana?"
Al iniciar su respuesta McCarry, El Gran Ilusionista, empezó diciendo algo interesante y es que: "Cubanos Independientes, líderes de la oposición, han estado presentando sus propuestas y planes..."
Ahí está, más claro ni el agua; para esto sirven, entre otras funciones, los mercenarios locales que reciben dinero de una potencia extranjera. El imperio les dice qué tienen que proponer, de paso les suministra los medios para que lo escriban, ellos lo proponen, con divulgación mundial asegurada por agencias de prensa extranjeras, en su mayoría estatales, y luego la idea regresa al verdadero autor y este se hace "eco" de lo que "propusieron" sus propios empleados.
Ya esto se usó cuando se creó en los años ochenta la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). El equipo de seguridad nacional de Ronald Reagan y George Bush padre ha reconocido que necesitaban que fueran los "exiliados cubanos" los que "propusieran" al gobierno de los EE.UU., la política que ya la Administración Reagan previamente en el Documento de Santa Fe I había decidido implementar con relación a Cuba.
Pero El Gran Ilusionista a continuación agregó algo muy revelador: "El Informe también contiene una serie de recomendaciones para los tipos de asistencia que nosotros anticipamos que el gobierno cubano de transición puede querer solicitar a los Estado Unidos".
Muy bien, a confesión de parte, relevo de pruebas. Así que ellos desde ahora "anticipan", adivinan, ya saben, lo que haría ese tipo de "gobierno" y qué les pediría.
¿Y cómo lo pueden saber, anticipar? ¿Será que McCarry, además de Ilusionista, es adivinador?
No, no es adivinador, la respuesta es muy sencilla. Eso está claramente contenido en los capítulos uno y dos de la Ley Helms-Burton, ley que es la madre de todos los mamotretos de Bush.
Este llamado gobierno de transición no sería más que una dependencia del gobierno de los EE.UU., el clásico gobierno títere de anexión subordinado y apéndice de los Estados Unidos, y los norteamericanos serían en realidad quienes decidirían qué debe decir y hacer ese llamado gobierno de transición. Esa "película" ya la vio el pueblo cubano en la Enmienda Platt.
En la historia contemporánea también este tipo de gobierno ya ha existido. Existió cuando Miro Cardona se quedó esperando en la base militar norteamericana de Opa Locka junto a Manolo Ray, Manuel Antonio Varona y Justo Carrillo, entre otros, por la victoria mercenaria en Playa Girón; existió cuando después del fin de la URSS, en 1991, la FNCA preparó hasta un yate rápido para que Jorge Mas Canosa viajara a ocupar la presidencia de un gobierno de transición en Cuba.
En ambos casos, los miembros de estos "gobiernos de transición" eran individuos que obedecían las órdenes del gobierno de EE.UU. y que una vez instalados por las tropas yankis "pedirían" la intervención militar norteamericana.
No es un mero calificativo decir que este es El Plan de la Anexión de Cuba a los EE.UU.
Más adelante, otro periodista le preguntó al Gran Ilusionista:
"¿Esto incluye el despliegue de tropas norteamericanas?"
Y el Ilusionista respondió leyendo la parte del Informe que detalla los tipos de asistencia que EE.UU. daría a ese "gobierno de transición", o sea, a sus empleados, y agregó: "Le acabo de dar los tipos de asistencia que pueden ser suministrados" y unos instantes después aclaró: "Pero nuestra asistencia es una oferta y si es solicitada los Estados Unidos estarán preparados para responder".
Lo que sería interesante es que no haya que esperar 25 ó 30 años y que el gobierno de los EE.UU. desclasifique lo que contiene el anexo secreto y demuestre que no hay ningún plan de enviar tropas para agredir a Cuba.
Las autoridades cubanas han declarado varias veces que los planes para atacar a Cuba están hechos y actualizados; el gobierno de los EE.UU. nunca lo ha desmentido.
Entonces sigue en el aire la pregunta ¿está o no en el anexo secreto el plan de agredir militarmente a Cuba, en cualquier variante?
En esa conferencia de prensa, unos minutos después, llegó un momento muy esperado por los periodistas que buscan que les descifren cosas que se afirman y después no se explican o demuestran. Uno de estos periodistas preguntó: "¿Hasta qué punto es Fidel Castro una amenaza? ¿No es más una amenaza simbólica a los Estados Unidos que una amenaza real a nuestra seguridad nacional?
El Gran Ilusionista dio una respuesta de cuatro líneas y al final de su muy breve explicación expresó: "... Cuba es una influencia desestabilizadora en nuestro hemisferio..."
El periodista, al darse cuenta de que no había respondido nada concreto, volvió a la carga: "Pero usted dijo "una influencia desestabilizadora en nuestro hemisferio", y el Informe dice que él está intentando subvertir a otras naciones latinoamericanas. ¿Cuáles son esas naciones, y qué es exactamente lo que está intentando lograr con la ayuda de Chávez?"
Entonces, El Gran Ilusionista dio muestras de ser un digno heredero de los sofistas griegos y declaró: "Hay señales claras de que el régimen emplea el dinero proveniente del gobierno de Chávez en Venezuela para reactivar las redes dentro del hemisferio para subvertir a gobiernos democráticos".
El periodista, con cierta impaciencia producto de escuchar palabras vacías sin un solo elemento concreto, contraatacó: "¿Pero no nos puede decir cuáles son los países que intenta subvertir?"
Y entonces, en lo que sin duda fue el momento culminante de este encuentro, El Gran Ilusionista Caleb McCarry cerró el tema sentenciando: "Hasta ahí lo que puedo hablar sobre el tema."
Muy ilustrativo, toda una clase de qué cosa es decir mentiras en público, no poder ni siquiera sustentarlas con un solo ejemplo o hecho por muy manipulado que fuera y no tener el menor pudor de hablar a nombre de un gobierno.
Asimismo, se repiten casi cotidianamente las mentiras de todo tipo con relación a Cuba: que si Cuba apoya a los terroristas, que si Cuba tiene armas biológicas, que si Cuba es un peligro cibernético, que si Cuba está en el narcotráfico, que si Fidel es multimillonario con cuentas en el extranjero, que si Cuba es una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos, entre otras.
Sin embargo, durante este diálogo, se produjo otro momento que me gustaría compartir con ustedes, cuando un periodista le preguntó a McCarry: "Hay ahora miembros del Senado que están patrocinando un proyecto de ley que permitiría a las compañías petroleras norteamericanas optar por participar en perforaciones petroleras en las costas cubanas. ¿Qué clase de impacto tendría esto?"
El Gran Ilusionista fue breve: "... ese tema en particular no se aborda en este Informe. Pero obviamente, todas las restricciones que se pusieron en práctica a partir del primer Informe, permanecen en activo mientras avanzamos con este Informe".
¿Qué pasó? ¿O se le fue, o le dio la razón a todo lo que se ha dicho aquí en Cuba?
Sencillamente, ha reconocido que todo lo que esté escrito en el primer Informe de este Plan Bush de Anexión está vigente, nada se ha cambiado y, por tanto, sigue vigente la aspiración de la recuperación de propiedades, incluyendo las viviendas y todo lo demás que ya ustedes conocen, porque ni Bush ni McCarry pueden contradecir a la Ley Helms-Burton, la Torricelli, y todo el andamiaje de medidas anticubanas adoptadas desde la Administración Eisenhower.
Y está vigente también la decisión de perseguir a los propios norteamericanos, víctimas también de este proyecto, que pretendan hacer algo legal y en igualdad de condiciones con el Estado soberano de Cuba.
Hasta aquí fragmentos de este diálogo antisocrático, antisocrático porque en nada ayuda a que se conozca la verdad y se llegue a conocer lo que se pretende con los Planes de Anexión.
Le he presentado nuevamente algunos hechos, saque usted sus propias conclusiones.
El diálogo que da motivo a nuestro trabajo de hoy ocurrió el pasado lunes 10 de julio, en Washington D.C., con motivo de la presentación oficial de la segunda parte del Plan Bush sobre Cuba o más bien el Plan de Anexión de nuestra nación a los Estados Unidos.
Rice y McCarry durante una de las presentaciones en el Departamento de Estado.
Los protagonistas de la introducción fueron la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, este último el que ocupa la plaza que le corresponde por el sistema de cuotas a la mafia anticubana de Miami en esta Administración.
Luego de las breves palabras de ambos, vino el plato fuerte, el diálogo antisocrático. Sus protagonistas fueron Caleb McCarry, funcionario del Departamento de Estado que vive del ejercicio de soñar despierto de que es quien gobierna en Cuba (como sucedió ya a finales del siglo XIX tras la intervención con Leonardo Wood) y la prensa acreditada en esa dirección del servicio exterior.
Analicemos algunos fragmentos.
La primera pregunta que le hicieron al señor McCarry fue:
"Usted habla de "Acuerdo con el Pueblo Cubano", pero la palabra acuerdo insinúa que está acordado por ambas partes. ¿Qué le hace pensar que el pueblo cubano está interesado en la ayuda norteamericana?"
Al iniciar su respuesta McCarry, El Gran Ilusionista, empezó diciendo algo interesante y es que: "Cubanos Independientes, líderes de la oposición, han estado presentando sus propuestas y planes..."
Ahí está, más claro ni el agua; para esto sirven, entre otras funciones, los mercenarios locales que reciben dinero de una potencia extranjera. El imperio les dice qué tienen que proponer, de paso les suministra los medios para que lo escriban, ellos lo proponen, con divulgación mundial asegurada por agencias de prensa extranjeras, en su mayoría estatales, y luego la idea regresa al verdadero autor y este se hace "eco" de lo que "propusieron" sus propios empleados.
Ya esto se usó cuando se creó en los años ochenta la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). El equipo de seguridad nacional de Ronald Reagan y George Bush padre ha reconocido que necesitaban que fueran los "exiliados cubanos" los que "propusieran" al gobierno de los EE.UU., la política que ya la Administración Reagan previamente en el Documento de Santa Fe I había decidido implementar con relación a Cuba.
Pero El Gran Ilusionista a continuación agregó algo muy revelador: "El Informe también contiene una serie de recomendaciones para los tipos de asistencia que nosotros anticipamos que el gobierno cubano de transición puede querer solicitar a los Estado Unidos".
Muy bien, a confesión de parte, relevo de pruebas. Así que ellos desde ahora "anticipan", adivinan, ya saben, lo que haría ese tipo de "gobierno" y qué les pediría.
¿Y cómo lo pueden saber, anticipar? ¿Será que McCarry, además de Ilusionista, es adivinador?
No, no es adivinador, la respuesta es muy sencilla. Eso está claramente contenido en los capítulos uno y dos de la Ley Helms-Burton, ley que es la madre de todos los mamotretos de Bush.
Este llamado gobierno de transición no sería más que una dependencia del gobierno de los EE.UU., el clásico gobierno títere de anexión subordinado y apéndice de los Estados Unidos, y los norteamericanos serían en realidad quienes decidirían qué debe decir y hacer ese llamado gobierno de transición. Esa "película" ya la vio el pueblo cubano en la Enmienda Platt.
En la historia contemporánea también este tipo de gobierno ya ha existido. Existió cuando Miro Cardona se quedó esperando en la base militar norteamericana de Opa Locka junto a Manolo Ray, Manuel Antonio Varona y Justo Carrillo, entre otros, por la victoria mercenaria en Playa Girón; existió cuando después del fin de la URSS, en 1991, la FNCA preparó hasta un yate rápido para que Jorge Mas Canosa viajara a ocupar la presidencia de un gobierno de transición en Cuba.
En ambos casos, los miembros de estos "gobiernos de transición" eran individuos que obedecían las órdenes del gobierno de EE.UU. y que una vez instalados por las tropas yankis "pedirían" la intervención militar norteamericana.
No es un mero calificativo decir que este es El Plan de la Anexión de Cuba a los EE.UU.
Más adelante, otro periodista le preguntó al Gran Ilusionista:
"¿Esto incluye el despliegue de tropas norteamericanas?"
Y el Ilusionista respondió leyendo la parte del Informe que detalla los tipos de asistencia que EE.UU. daría a ese "gobierno de transición", o sea, a sus empleados, y agregó: "Le acabo de dar los tipos de asistencia que pueden ser suministrados" y unos instantes después aclaró: "Pero nuestra asistencia es una oferta y si es solicitada los Estados Unidos estarán preparados para responder".
Lo que sería interesante es que no haya que esperar 25 ó 30 años y que el gobierno de los EE.UU. desclasifique lo que contiene el anexo secreto y demuestre que no hay ningún plan de enviar tropas para agredir a Cuba.
Las autoridades cubanas han declarado varias veces que los planes para atacar a Cuba están hechos y actualizados; el gobierno de los EE.UU. nunca lo ha desmentido.
Entonces sigue en el aire la pregunta ¿está o no en el anexo secreto el plan de agredir militarmente a Cuba, en cualquier variante?
En esa conferencia de prensa, unos minutos después, llegó un momento muy esperado por los periodistas que buscan que les descifren cosas que se afirman y después no se explican o demuestran. Uno de estos periodistas preguntó: "¿Hasta qué punto es Fidel Castro una amenaza? ¿No es más una amenaza simbólica a los Estados Unidos que una amenaza real a nuestra seguridad nacional?
El Gran Ilusionista dio una respuesta de cuatro líneas y al final de su muy breve explicación expresó: "... Cuba es una influencia desestabilizadora en nuestro hemisferio..."
El periodista, al darse cuenta de que no había respondido nada concreto, volvió a la carga: "Pero usted dijo "una influencia desestabilizadora en nuestro hemisferio", y el Informe dice que él está intentando subvertir a otras naciones latinoamericanas. ¿Cuáles son esas naciones, y qué es exactamente lo que está intentando lograr con la ayuda de Chávez?"
Entonces, El Gran Ilusionista dio muestras de ser un digno heredero de los sofistas griegos y declaró: "Hay señales claras de que el régimen emplea el dinero proveniente del gobierno de Chávez en Venezuela para reactivar las redes dentro del hemisferio para subvertir a gobiernos democráticos".
El periodista, con cierta impaciencia producto de escuchar palabras vacías sin un solo elemento concreto, contraatacó: "¿Pero no nos puede decir cuáles son los países que intenta subvertir?"
Y entonces, en lo que sin duda fue el momento culminante de este encuentro, El Gran Ilusionista Caleb McCarry cerró el tema sentenciando: "Hasta ahí lo que puedo hablar sobre el tema."
Muy ilustrativo, toda una clase de qué cosa es decir mentiras en público, no poder ni siquiera sustentarlas con un solo ejemplo o hecho por muy manipulado que fuera y no tener el menor pudor de hablar a nombre de un gobierno.
Asimismo, se repiten casi cotidianamente las mentiras de todo tipo con relación a Cuba: que si Cuba apoya a los terroristas, que si Cuba tiene armas biológicas, que si Cuba es un peligro cibernético, que si Cuba está en el narcotráfico, que si Fidel es multimillonario con cuentas en el extranjero, que si Cuba es una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos, entre otras.
Sin embargo, durante este diálogo, se produjo otro momento que me gustaría compartir con ustedes, cuando un periodista le preguntó a McCarry: "Hay ahora miembros del Senado que están patrocinando un proyecto de ley que permitiría a las compañías petroleras norteamericanas optar por participar en perforaciones petroleras en las costas cubanas. ¿Qué clase de impacto tendría esto?"
El Gran Ilusionista fue breve: "... ese tema en particular no se aborda en este Informe. Pero obviamente, todas las restricciones que se pusieron en práctica a partir del primer Informe, permanecen en activo mientras avanzamos con este Informe".
¿Qué pasó? ¿O se le fue, o le dio la razón a todo lo que se ha dicho aquí en Cuba?
Sencillamente, ha reconocido que todo lo que esté escrito en el primer Informe de este Plan Bush de Anexión está vigente, nada se ha cambiado y, por tanto, sigue vigente la aspiración de la recuperación de propiedades, incluyendo las viviendas y todo lo demás que ya ustedes conocen, porque ni Bush ni McCarry pueden contradecir a la Ley Helms-Burton, la Torricelli, y todo el andamiaje de medidas anticubanas adoptadas desde la Administración Eisenhower.
Y está vigente también la decisión de perseguir a los propios norteamericanos, víctimas también de este proyecto, que pretendan hacer algo legal y en igualdad de condiciones con el Estado soberano de Cuba.
Hasta aquí fragmentos de este diálogo antisocrático, antisocrático porque en nada ayuda a que se conozca la verdad y se llegue a conocer lo que se pretende con los Planes de Anexión.
Le he presentado nuevamente algunos hechos, saque usted sus propias conclusiones.El diálogo que da motivo a nuestro trabajo de hoy ocurrió el pasado lunes 10 de julio, en Washington D.C., con motivo de la presentación oficial de la segunda parte del Plan Bush sobre Cuba o más bien el Plan de Anexión de nuestra nación a los Estados Unidos.
Rice y McCarry durante una de las presentaciones en el Departamento de Estado.
Los protagonistas de la introducción fueron la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, este último el que ocupa la plaza que le corresponde por el sistema de cuotas a la mafia anticubana de Miami en esta Administración.
Luego de las breves palabras de ambos, vino el plato fuerte, el diálogo antisocrático. Sus protagonistas fueron Caleb McCarry, funcionario del Departamento de Estado que vive del ejercicio de soñar despierto de que es quien gobierna en Cuba (como sucedió ya a finales del siglo XIX tras la intervención con Leonardo Wood) y la prensa acreditada en esa dirección del servicio exterior.
Analicemos algunos fragmentos.
La primera pregunta que le hicieron al señor McCarry fue:
"Usted habla de "Acuerdo con el Pueblo Cubano", pero la palabra acuerdo insinúa que está acordado por ambas partes. ¿Qué le hace pensar que el pueblo cubano está interesado en la ayuda norteamericana?"
Al iniciar su respuesta McCarry, El Gran Ilusionista, empezó diciendo algo interesante y es que: "Cubanos Independientes, líderes de la oposición, han estado presentando sus propuestas y planes..."
Ahí está, más claro ni el agua; para esto sirven, entre otras funciones, los mercenarios locales que reciben dinero de una potencia extranjera. El imperio les dice qué tienen que proponer, de paso les suministra los medios para que lo escriban, ellos lo proponen, con divulgación mundial asegurada por agencias de prensa extranjeras, en su mayoría estatales, y luego la idea regresa al verdadero autor y este se hace "eco" de lo que "propusieron" sus propios empleados.
Ya esto se usó cuando se creó en los años ochenta la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). El equipo de seguridad nacional de Ronald Reagan y George Bush padre ha reconocido que necesitaban que fueran los "exiliados cubanos" los que "propusieran" al gobierno de los EE.UU., la política que ya la Administración Reagan previamente en el Documento de Santa Fe I había decidido implementar con relación a Cuba.
Pero El Gran Ilusionista a continuación agregó algo muy revelador: "El Informe también contiene una serie de recomendaciones para los tipos de asistencia que nosotros anticipamos que el gobierno cubano de transición puede querer solicitar a los Estado Unidos".
Muy bien, a confesión de parte, relevo de pruebas. Así que ellos desde ahora "anticipan", adivinan, ya saben, lo que haría ese tipo de "gobierno" y qué les pediría.
¿Y cómo lo pueden saber, anticipar? ¿Será que McCarry, además de Ilusionista, es adivinador?
No, no es adivinador, la respuesta es muy sencilla. Eso está claramente contenido en los capítulos uno y dos de la Ley Helms-Burton, ley que es la madre de todos los mamotretos de Bush.
Este llamado gobierno de transición no sería más que una dependencia del gobierno de los EE.UU., el clásico gobierno títere de anexión subordinado y apéndice de los Estados Unidos, y los norteamericanos serían en realidad quienes decidirían qué debe decir y hacer ese llamado gobierno de transición. Esa "película" ya la vio el pueblo cubano en la Enmienda Platt.
En la historia contemporánea también este tipo de gobierno ya ha existido. Existió cuando Miro Cardona se quedó esperando en la base militar norteamericana de Opa Locka junto a Manolo Ray, Manuel Antonio Varona y Justo Carrillo, entre otros, por la victoria mercenaria en Playa Girón; existió cuando después del fin de la URSS, en 1991, la FNCA preparó hasta un yate rápido para que Jorge Mas Canosa viajara a ocupar la presidencia de un gobierno de transición en Cuba.
En ambos casos, los miembros de estos "gobiernos de transición" eran individuos que obedecían las órdenes del gobierno de EE.UU. y que una vez instalados por las tropas yankis "pedirían" la intervención militar norteamericana.
No es un mero calificativo decir que este es El Plan de la Anexión de Cuba a los EE.UU.
Más adelante, otro periodista le preguntó al Gran Ilusionista:
"¿Esto incluye el despliegue de tropas norteamericanas?"
Y el Ilusionista respondió leyendo la parte del Informe que detalla los tipos de asistencia que EE.UU. daría a ese "gobierno de transición", o sea, a sus empleados, y agregó: "Le acabo de dar los tipos de asistencia que pueden ser suministrados" y unos instantes después aclaró: "Pero nuestra asistencia es una oferta y si es solicitada los Estados Unidos estarán preparados para responder".
Lo que sería interesante es que no haya que esperar 25 ó 30 años y que el gobierno de los EE.UU. desclasifique lo que contiene el anexo secreto y demuestre que no hay ningún plan de enviar tropas para agredir a Cuba.
Las autoridades cubanas han declarado varias veces que los planes para atacar a Cuba están hechos y actualizados; el gobierno de los EE.UU. nunca lo ha desmentido.
Entonces sigue en el aire la pregunta ¿está o no en el anexo secreto el plan de agredir militarmente a Cuba, en cualquier variante?
En esa conferencia de prensa, unos minutos después, llegó un momento muy esperado por los periodistas que buscan que les descifren cosas que se afirman y después no se explican o demuestran. Uno de estos periodistas preguntó: "¿Hasta qué punto es Fidel Castro una amenaza? ¿No es más una amenaza simbólica a los Estados Unidos que una amenaza real a nuestra seguridad nacional?
El Gran Ilusionista dio una respuesta de cuatro líneas y al final de su muy breve explicación expresó: "... Cuba es una influencia desestabilizadora en nuestro hemisferio..."
El periodista, al darse cuenta de que no había respondido nada concreto, volvió a la carga: "Pero usted dijo "una influencia desestabilizadora en nuestro hemisferio", y el Informe dice que él está intentando subvertir a otras naciones latinoamericanas. ¿Cuáles son esas naciones, y qué es exactamente lo que está intentando lograr con la ayuda de Chávez?"
Entonces, El Gran Ilusionista dio muestras de ser un digno heredero de los sofistas griegos y declaró: "Hay señales claras de que el régimen emplea el dinero proveniente del gobierno de Chávez en Venezuela para reactivar las redes dentro del hemisferio para subvertir a gobiernos democráticos".
El periodista, con cierta impaciencia producto de escuchar palabras vacías sin un solo elemento concreto, contraatacó: "¿Pero no nos puede decir cuáles son los países que intenta subvertir?"
Y entonces, en lo que sin duda fue el momento culminante de este encuentro, El Gran Ilusionista Caleb McCarry cerró el tema sentenciando: "Hasta ahí lo que puedo hablar sobre el tema."
Muy ilustrativo, toda una clase de qué cosa es decir mentiras en público, no poder ni siquiera sustentarlas con un solo ejemplo o hecho por muy manipulado que fuera y no tener el menor pudor de hablar a nombre de un gobierno.
Asimismo, se repiten casi cotidianamente las mentiras de todo tipo con relación a Cuba: que si Cuba apoya a los terroristas, que si Cuba tiene armas biológicas, que si Cuba es un peligro cibernético, que si Cuba está en el narcotráfico, que si Fidel es multimillonario con cuentas en el extranjero, que si Cuba es una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos, entre otras.
Sin embargo, durante este diálogo, se produjo otro momento que me gustaría compartir con ustedes, cuando un periodista le preguntó a McCarry: "Hay ahora miembros del Senado que están patrocinando un proyecto de ley que permitiría a las compañías petroleras norteamericanas optar por participar en perforaciones petroleras en las costas cubanas. ¿Qué clase de impacto tendría esto?"
El Gran Ilusionista fue breve: "... ese tema en particular no se aborda en este Informe. Pero obviamente, todas las restricciones que se pusieron en práctica a partir del primer Informe, permanecen en activo mientras avanzamos con este Informe".
¿Qué pasó? ¿O se le fue, o le dio la razón a todo lo que se ha dicho aquí en Cuba?
Sencillamente, ha reconocido que todo lo que esté escrito en el primer Informe de este Plan Bush de Anexión está vigente, nada se ha cambiado y, por tanto, sigue vigente la aspiración de la recuperación de propiedades, incluyendo las viviendas y todo lo demás que ya ustedes conocen, porque ni Bush ni McCarry pueden contradecir a la Ley Helms-Burton, la Torricelli, y todo el andamiaje de medidas anticubanas adoptadas desde la Administración Eisenhower.
Y está vigente también la decisión de perseguir a los propios norteamericanos, víctimas también de este proyecto, que pretendan hacer algo legal y en igualdad de condiciones con el Estado soberano de Cuba.
Hasta aquí fragmentos de este diálogo antisocrático, antisocrático porque en nada ayuda a que se conozca la verdad y se llegue a conocer lo que se pretende con los Planes de Anexión.
Le he presentado nuevamente algunos hechos, saque usted sus propias conclusiones.
El diálogo que da motivo a nuestro trabajo de hoy ocurrió el pasado lunes 10 de julio, en Washington D.C., con motivo de la presentación oficial de la segunda parte del Plan Bush sobre Cuba o más bien el Plan de Anexión de nuestra nación a los Estados Unidos.
Rice y McCarry durante una de las presentaciones en el Departamento de Estado.
Los protagonistas de la introducción fueron la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez, este último el que ocupa la plaza que le corresponde por el sistema de cuotas a la mafia anticubana de Miami en esta Administración.
Luego de las breves palabras de ambos, vino el plato fuerte, el diálogo antisocrático. Sus protagonistas fueron Caleb McCarry, funcionario del Departamento de Estado que vive del ejercicio de soñar despierto de que es quien gobierna en Cuba (como sucedió ya a finales del siglo XIX tras la intervención con Leonardo Wood) y la prensa acreditada en esa dirección del servicio exterior.
Analicemos algunos fragmentos.
La primera pregunta que le hicieron al señor McCarry fue:
"Usted habla de "Acuerdo con el Pueblo Cubano", pero la palabra acuerdo insinúa que está acordado por ambas partes. ¿Qué le hace pensar que el pueblo cubano está interesado en la ayuda norteamericana?"
Al iniciar su respuesta McCarry, El Gran Ilusionista, empezó diciendo algo interesante y es que: "Cubanos Independientes, líderes de la oposición, han estado presentando sus propuestas y planes..."
Ahí está, más claro ni el agua; para esto sirven, entre otras funciones, los mercenarios locales que reciben dinero de una potencia extranjera. El imperio les dice qué tienen que proponer, de paso les suministra los medios para que lo escriban, ellos lo proponen, con divulgación mundial asegurada por agencias de prensa extranjeras, en su mayoría estatales, y luego la idea regresa al verdadero autor y este se hace "eco" de lo que "propusieron" sus propios empleados.
Ya esto se usó cuando se creó en los años ochenta la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA). El equipo de seguridad nacional de Ronald Reagan y George Bush padre ha reconocido que necesitaban que fueran los "exiliados cubanos" los que "propusieran" al gobierno de los EE.UU., la política que ya la Administración Reagan previamente en el Documento de Santa Fe I había decidido implementar con relación a Cuba.
Pero El Gran Ilusionista a continuación agregó algo muy revelador: "El Informe también contiene una serie de recomendaciones para los tipos de asistencia que nosotros anticipamos que el gobierno cubano de transición puede querer solicitar a los Estado Unidos".
Muy bien, a confesión de parte, relevo de pruebas. Así que ellos desde ahora "anticipan", adivinan, ya saben, lo que haría ese tipo de "gobierno" y qué les pediría.
¿Y cómo lo pueden saber, anticipar? ¿Será que McCarry, además de Ilusionista, es adivinador?
No, no es adivinador, la respuesta es muy sencilla. Eso está claramente contenido en los capítulos uno y dos de la Ley Helms-Burton, ley que es la madre de todos los mamotretos de Bush.
Este llamado gobierno de transición no sería más que una dependencia del gobierno de los EE.UU., el clásico gobierno títere de anexión subordinado y apéndice de los Estados Unidos, y los norteamericanos serían en realidad quienes decidirían qué debe decir y hacer ese llamado gobierno de transición. Esa "película" ya la vio el pueblo cubano en la Enmienda Platt.
En la historia contemporánea también este tipo de gobierno ya ha existido. Existió cuando Miro Cardona se quedó esperando en la base militar norteamericana de Opa Locka junto a Manolo Ray, Manuel Antonio Varona y Justo Carrillo, entre otros, por la victoria mercenaria en Playa Girón; existió cuando después del fin de la URSS, en 1991, la FNCA preparó hasta un yate rápido para que Jorge Mas Canosa viajara a ocupar la presidencia de un gobierno de transición en Cuba.
En ambos casos, los miembros de estos "gobiernos de transición" eran individuos que obedecían las órdenes del gobierno de EE.UU. y que una vez instalados por las tropas yankis "pedirían" la intervención militar norteamericana.
No es un mero calificativo decir que este es El Plan de la Anexión de Cuba a los EE.UU.
Más adelante, otro periodista le preguntó al Gran Ilusionista:
"¿Esto incluye el despliegue de tropas norteamericanas?"
Y el Ilusionista respondió leyendo la parte del Informe que detalla los tipos de asistencia que EE.UU. daría a ese "gobierno de transición", o sea, a sus empleados, y agregó: "Le acabo de dar los tipos de asistencia que pueden ser suministrados" y unos instantes después aclaró: "Pero nuestra asistencia es una oferta y si es solicitada los Estados Unidos estarán preparados para responder".
Lo que sería interesante es que no haya que esperar 25 ó 30 años y que el gobierno de los EE.UU. desclasifique lo que contiene el anexo secreto y demuestre que no hay ningún plan de enviar tropas para agredir a Cuba.
Las autoridades cubanas han declarado varias veces que los planes para atacar a Cuba están hechos y actualizados; el gobierno de los EE.UU. nunca lo ha desmentido.
Entonces sigue en el aire la pregunta ¿está o no en el anexo secreto el plan de agredir militarmente a Cuba, en cualquier variante?
En esa conferencia de prensa, unos minutos después, llegó un momento muy esperado por los periodistas que buscan que les descifren cosas que se afirman y después no se explican o demuestran. Uno de estos periodistas preguntó: "¿Hasta qué punto es Fidel Castro una amenaza? ¿No es más una amenaza simbólica a los Estados Unidos que una amenaza real a nuestra seguridad nacional?
El Gran Ilusionista dio una respuesta de cuatro líneas y al final de su muy breve explicación expresó: "... Cuba es una influencia desestabilizadora en nuestro hemisferio..."
El periodista, al darse cuenta de que no había respondido nada concreto, volvió a la carga: "Pero usted dijo "una influencia desestabilizadora en nuestro hemisferio", y el Informe dice que él está intentando subvertir a otras naciones latinoamericanas. ¿Cuáles son esas naciones, y qué es exactamente lo que está intentando lograr con la ayuda de Chávez?"
Entonces, El Gran Ilusionista dio muestras de ser un digno heredero de los sofistas griegos y declaró: "Hay señales claras de que el régimen emplea el dinero proveniente del gobierno de Chávez en Venezuela para reactivar las redes dentro del hemisferio para subvertir a gobiernos democráticos".
El periodista, con cierta impaciencia producto de escuchar palabras vacías sin un solo elemento concreto, contraatacó: "¿Pero no nos puede decir cuáles son los países que intenta subvertir?"
Y entonces, en lo que sin duda fue el momento culminante de este encuentro, El Gran Ilusionista Caleb McCarry cerró el tema sentenciando: "Hasta ahí lo que puedo hablar sobre el tema."
Muy ilustrativo, toda una clase de qué cosa es decir mentiras en público, no poder ni siquiera sustentarlas con un solo ejemplo o hecho por muy manipulado que fuera y no tener el menor pudor de hablar a nombre de un gobierno.
Asimismo, se repiten casi cotidianamente las mentiras de todo tipo con relación a Cuba: que si Cuba apoya a los terroristas, que si Cuba tiene armas biológicas, que si Cuba es un peligro cibernético, que si Cuba está en el narcotráfico, que si Fidel es multimillonario con cuentas en el extranjero, que si Cuba es una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos, entre otras.
Sin embargo, durante este diálogo, se produjo otro momento que me gustaría compartir con ustedes, cuando un periodista le preguntó a McCarry: "Hay ahora miembros del Senado que están patrocinando un proyecto de ley que permitiría a las compañías petroleras norteamericanas optar por participar en perforaciones petroleras en las costas cubanas. ¿Qué clase de impacto tendría esto?"
El Gran Ilusionista fue breve: "... ese tema en particular no se aborda en este Informe. Pero obviamente, todas las restricciones que se pusieron en práctica a partir del primer Informe, permanecen en activo mientras avanzamos con este Informe".
¿Qué pasó? ¿O se le fue, o le dio la razón a todo lo que se ha dicho aquí en Cuba?
Sencillamente, ha reconocido que todo lo que esté escrito en el primer Informe de este Plan Bush de Anexión está vigente, nada se ha cambiado y, por tanto, sigue vigente la aspiración de la recuperación de propiedades, incluyendo las viviendas y todo lo demás que ya ustedes conocen, porque ni Bush ni McCarry pueden contradecir a la Ley Helms-Burton, la Torricelli, y todo el andamiaje de medidas anticubanas adoptadas desde la Administración Eisenhower.
Y está vigente también la decisión de perseguir a los propios norteamericanos, víctimas también de este proyecto, que pretendan hacer algo legal y en igualdad de condiciones con el Estado soberano de Cuba.
Hasta aquí fragmentos de este diálogo antisocrático, antisocrático porque en nada ayuda a que se conozca la verdad y se llegue a conocer lo que se pretende con los Planes de Anexión.
Le he presentado nuevamente algunos hechos, saque usted sus propias conclusiones.

Wednesday, August 02, 2006

Mensaje del Comandante en Jefe al pueblo de Cuba y a los amigos del mundo

Yo no puedo inventar noticias buenas, porque no sería ético, y si las noticias fueran malas, el único que va a sacar provecho es el enemigo. En la situación específica de Cuba, debido a los planes del imperio, mi estado de salud se convierte en un secreto de estado que no puede estar divulgándose constantemente; y los compatriotas deben comprender eso. No puedo caer en el círculo vicioso de los parámetros de salud que constantemente, a lo largo del día, se mueven.
Comandante Fidel Castro Ruz
Puedo decir que es una situación estable, pero una evolución real del estado de salud necesita el transcurso del tiempo.
Lo más que podría decir es que la situación se mantendrá estable durante muchos días, antes de poder dar un veredicto.
Estoy muy agradecido por todos los mensajes de nuestros compatriotas y de muchas personas en el mundo.
Lamento haberles causado tanta preocupación y molestia a los amigos en el mundo.
De ánimo me encuentro perfectamente bien.
Lo importante es que en el país todo marcha y marchará perfectamente bien.
El país está preparado para su defensa por las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el pueblo.
Nuestros compatriotas lo conocerán todo a su debido tiempo, como pasó cuando mi caída en Villa Clara.
Hay que luchar y trabajar.
Agosto 1º del 2006, 5:30 p.m.