Tuesday, September 19, 2006

Necesario promover el pensamiento crítico en la educación

Necesario promover el pensamiento crítico en la educación
Cándida CottoCLARIDAD ccotto@claridadpuertorico.com
Para que el sistema educativo de cualquier país sea exitoso, tiene que reconocer su historia. Tampoco es posible ofrecer una educación masiva con un ente que pretenda controlarlo todo. Es obvio que en nuestro país imperan ambas circunstancias.
Según el veterano maestro de escuela, principal y ex director del Programa de Estudios Sociales del Departamento de Educación (DE), Dr. Emilio Pintado Menéndez, ésos son sólo dos de los factores que afectan la educación pública en la Isla. Las críticas constantes sobre la labor del DE nos movió a conversar con Pintado Menéndez, quien tomó la sabia decisión de retirarse del DE cuando llegó a la Secretaría Víctor Fajardo.
“El Departamento está extremadamente complejo porque se quiere”, apuntó. A esa complejidad se le suma la pretensión de ofrecer una educación masiva con una estructura centralizada, lo que calificó como un absurdo. Ejemplos de lo anterior son las divisiones de regiones educativas y los distritos escolares. Es un hecho conocido que las regiones educativas han sido el foco de mayor politización en el Departamento.
En opinión del pedagogo, una de esas dos estructuras (las regiones educativas o los distritos escolares) debería de ser eliminada. No importa la estructura que se mantenga, la misma debe tener un componente que fortalezca el aspecto docente de la supervisión, un ente facilitador, no fiscalizador del maestro del salón de clases. “Esa supervisión docente está totalmente abandonada en el Departamento”, reveló. Resaltó que aunque es cierto que hace falta que el maestro cambie, es necesaria una supervisión competente. Además, señaló, que no siempre los directores escolares están capacitados para la tarea de supervisor docente. Como ejemplo de lo anterior, dijo que la mayor parte del tiempo el director de la escuela está ausente cuando se imparte capacitación a los maestros. Esto produce que en ocasiones el maestro esté más adelantado en conocimientos que el director. En la práctica, el director de escuela no es un facilitador, sino un ente administrativo para atender los asuntos urgentes.
“Cuando lo importante es la relación entre el maestro y el estudiante, no hay quien resuelva lo docente”, comentó Pintado Menéndez, quien actualmente continúa su labor pedagógica en la Organización para el Fomento del Desarrollo del Pensamiento (OFDP), una entidad sin fines de lucro integrada por pedagogos a nivel hispanoamericano, la cual fomenta una educación liberadora.
Si no existe una relación apropiada entre el maestro y el estudiante el resultado será estudiantes rezagados, algunos más que otros. No obstante, llamó la atención a que todavía no conoce de ningún país que tenga el número de estudiantes universitarios que tiene Puerto Rico. Acotó, incluso, que la educación ya no es una vía para salir de la pobreza, sino que cuando hablamos de educación lo que se busca es tratar de formar a una persona para ver cómo va a contribuir mejor a la sociedad. Dio a entender que ésa debería ser la concepción más amplia sobre los propósitos de la educación de un país.
Por el contrario, en nuestro sistema educativo el proceso de enseñanza-aprendizaje se centra en la administración de un texto como guía y el estudiante está en la periferia. El proceso debe ser lo contrario. “Tenemos un currículo del siglo 19, un maestro del siglo 20 y un estudiante del siglo 21”, dijo en una cita del pedagogo español, Ignacio Pozo. Es decir, el libro es quien le dicta el currículo al maestro, y no se consideran las necesidades y la pertinencia de la materia para el estudiante. Para que la experiencia educativa sea significativa, resaltó que es necesario el desarrollo del pensamiento crítico, basado en las experiencias y eso hay que comenzarlo desde la etapa preescolar. En cambio -agregó- en nuestro sistema educativo lo que todavía hace el maestro es transmitir conocimientos al estudiante, mientras éste tiene un rol pasivo en el proceso.
“Llegó el momento en que hay que enseñar menos para que aprendan más. Todos tenemos capacidad para pensar, si no pienso no puedo construir conocimientos”, insistió sobre la participación del estudiante en el proceso educativo.
Le abordamos en cuanto a las dudas que existen sobre las herramientas que usa el DE para medir el aprovechamiento de los estudiantes. Sí existen modelos de medición, pero “¿estará el Departamento trabajando a base de conceptos, experiencias o de un material que aparece en un texto?”, se cuestionó a sí mismo. Replicó que puede haber un divorcio entre los modelos de medición y los conceptos que se enseñan, razón por la cual los estudiantes no pueden salir bien en las pruebas. Pero ese aspecto no se ha investigado lo suficiente en el país, admitió.
“Es triste ver que los maestros se ven fuera del sistema”, dijo sobre la actitud que asumen algunos maestros, aunque reconoció que hay quienes sí están experimentando nuevas formas pedagógicas. Aun así, advirtió que a los modelos y procesos educativos hay que darles tiempo, seguimiento y continuidad, no se pueden interrumpir cada cuatro años.
El experto en el desarrollo del pensamiento crítico recalcó la pertinencia de desarrollar las destrezas del pensamiento en los estudiantes para que puedan tomar decisiones sobre sí mismos e incluso sobre el aprendizaje. Pero el hecho es que hay maestros que ni ellos mismos dominan las destrezas del pensamiento crítico. “El maestro, mientras más domina el contenido de lo que enseña, más sencillo lo puede enseñar”.
Otro factor que impide un mejor aprovechamiento es la fragmentación del currículo. “La gente aprende integrando y nosotros seguimos fragmentando el conocimiento, eso no motiva al estudiante”. Alertó a la necesidad de cambiar a nuevos paradigmas y procurar darles continuidad. Sin embargo, al mencionar el concepto de escuelas de la comunidad como un nuevo paradigma, consideró que ni los directores escolares ni los maestros están capacitados para una verdadera escuela de la comunidad por los profundos niveles de dependencia que existen en nuestro país.
El maestro de historia llamó la atención a que todo sistema educativo de todo país tiene una óptica socio política y eso en Puerto Rico puede resultar peligroso para algunos sectores. De ahí que en nuestro sistema educativo apenas se enseña nuestra historia. “La gente no se ha dado cuenta de la erosión que causa la pérdida de la identidad nacional”. Los currículos pueden ser académicos, como currículos para el desarrollo emocional sicosocial. En ese sentido atribuyó la crisis del país al vacío sociopolítico que tiene nuestro sistema. “Vemos que el país está por un lado y la educación por otro, cuando hay escuelas que por el lugar donde se encuentran el currículo debe ser dirigido al desarrollo emocional”.
El Dr. Pintado Menéndez advirtió que nada de sus señalamientos son nociones nuevas en la pedagogía, pero aquí todavía se insiste en la evaluación cuantitativa y no cualitativa. “En todas las disciplinas se deben dar pruebas de ejecución para que el estudiante demuestre lo que sabe. Para eso tiene que haber una participación del estudiante”.
“Pero romper con un paradigma de tantos años es difícil. ¿Quién supervisa a los directores de escuela?, ¿quién supervisa a los maestros?, ¿cómo se sabe que el maestro está trabajando bien, que enseña lo que debe enseñar, o enseña lo que el estudiante debe aprender?”, todas estas interrogantes están sujetas a nuevas formas.
Aun con todas estas deficiencias en el sistema educativo, el Dr. Pintado Menéndez expresó que no pierde las esperanzas. “Todavía apuesto a mi país y apuesto a la educación de mi pueblo, a una educación liberadora”.Necesario promover el pensamiento crítico en la educaciónCándida CottoCLARIDAD ccotto@claridadpuertorico.com
Para que el sistema educativo de cualquier país sea exitoso, tiene que reconocer su historia. Tampoco es posible ofrecer una educación masiva con un ente que pretenda controlarlo todo. Es obvio que en nuestro país imperan ambas circunstancias.
Según el veterano maestro de escuela, principal y ex director del Programa de Estudios Sociales del Departamento de Educación (DE), Dr. Emilio Pintado Menéndez, ésos son sólo dos de los factores que afectan la educación pública en la Isla. Las críticas constantes sobre la labor del DE nos movió a conversar con Pintado Menéndez, quien tomó la sabia decisión de retirarse del DE cuando llegó a la Secretaría Víctor Fajardo.
“El Departamento está extremadamente complejo porque se quiere”, apuntó. A esa complejidad se le suma la pretensión de ofrecer una educación masiva con una estructura centralizada, lo que calificó como un absurdo. Ejemplos de lo anterior son las divisiones de regiones educativas y los distritos escolares. Es un hecho conocido que las regiones educativas han sido el foco de mayor politización en el Departamento.
En opinión del pedagogo, una de esas dos estructuras (las regiones educativas o los distritos escolares) debería de ser eliminada. No importa la estructura que se mantenga, la misma debe tener un componente que fortalezca el aspecto docente de la supervisión, un ente facilitador, no fiscalizador del maestro del salón de clases. “Esa supervisión docente está totalmente abandonada en el Departamento”, reveló. Resaltó que aunque es cierto que hace falta que el maestro cambie, es necesaria una supervisión competente. Además, señaló, que no siempre los directores escolares están capacitados para la tarea de supervisor docente. Como ejemplo de lo anterior, dijo que la mayor parte del tiempo el director de la escuela está ausente cuando se imparte capacitación a los maestros. Esto produce que en ocasiones el maestro esté más adelantado en conocimientos que el director. En la práctica, el director de escuela no es un facilitador, sino un ente administrativo para atender los asuntos urgentes.
“Cuando lo importante es la relación entre el maestro y el estudiante, no hay quien resuelva lo docente”, comentó Pintado Menéndez, quien actualmente continúa su labor pedagógica en la Organización para el Fomento del Desarrollo del Pensamiento (OFDP), una entidad sin fines de lucro integrada por pedagogos a nivel hispanoamericano, la cual fomenta una educación liberadora.
Si no existe una relación apropiada entre el maestro y el estudiante el resultado será estudiantes rezagados, algunos más que otros. No obstante, llamó la atención a que todavía no conoce de ningún país que tenga el número de estudiantes universitarios que tiene Puerto Rico. Acotó, incluso, que la educación ya no es una vía para salir de la pobreza, sino que cuando hablamos de educación lo que se busca es tratar de formar a una persona para ver cómo va a contribuir mejor a la sociedad. Dio a entender que ésa debería ser la concepción más amplia sobre los propósitos de la educación de un país.
Por el contrario, en nuestro sistema educativo el proceso de enseñanza-aprendizaje se centra en la administración de un texto como guía y el estudiante está en la periferia. El proceso debe ser lo contrario. “Tenemos un currículo del siglo 19, un maestro del siglo 20 y un estudiante del siglo 21”, dijo en una cita del pedagogo español, Ignacio Pozo. Es decir, el libro es quien le dicta el currículo al maestro, y no se consideran las necesidades y la pertinencia de la materia para el estudiante. Para que la experiencia educativa sea significativa, resaltó que es necesario el desarrollo del pensamiento crítico, basado en las experiencias y eso hay que comenzarlo desde la etapa preescolar. En cambio -agregó- en nuestro sistema educativo lo que todavía hace el maestro es transmitir conocimientos al estudiante, mientras éste tiene un rol pasivo en el proceso.
“Llegó el momento en que hay que enseñar menos para que aprendan más. Todos tenemos capacidad para pensar, si no pienso no puedo construir conocimientos”, insistió sobre la participación del estudiante en el proceso educativo.
Le abordamos en cuanto a las dudas que existen sobre las herramientas que usa el DE para medir el aprovechamiento de los estudiantes. Sí existen modelos de medición, pero “¿estará el Departamento trabajando a base de conceptos, experiencias o de un material que aparece en un texto?”, se cuestionó a sí mismo. Replicó que puede haber un divorcio entre los modelos de medición y los conceptos que se enseñan, razón por la cual los estudiantes no pueden salir bien en las pruebas. Pero ese aspecto no se ha investigado lo suficiente en el país, admitió.
“Es triste ver que los maestros se ven fuera del sistema”, dijo sobre la actitud que asumen algunos maestros, aunque reconoció que hay quienes sí están experimentando nuevas formas pedagógicas. Aun así, advirtió que a los modelos y procesos educativos hay que darles tiempo, seguimiento y continuidad, no se pueden interrumpir cada cuatro años.
El experto en el desarrollo del pensamiento crítico recalcó la pertinencia de desarrollar las destrezas del pensamiento en los estudiantes para que puedan tomar decisiones sobre sí mismos e incluso sobre el aprendizaje. Pero el hecho es que hay maestros que ni ellos mismos dominan las destrezas del pensamiento crítico. “El maestro, mientras más domina el contenido de lo que enseña, más sencillo lo puede enseñar”.
Otro factor que impide un mejor aprovechamiento es la fragmentación del currículo. “La gente aprende integrando y nosotros seguimos fragmentando el conocimiento, eso no motiva al estudiante”. Alertó a la necesidad de cambiar a nuevos paradigmas y procurar darles continuidad. Sin embargo, al mencionar el concepto de escuelas de la comunidad como un nuevo paradigma, consideró que ni los directores escolares ni los maestros están capacitados para una verdadera escuela de la comunidad por los profundos niveles de dependencia que existen en nuestro país.
El maestro de historia llamó la atención a que todo sistema educativo de todo país tiene una óptica socio política y eso en Puerto Rico puede resultar peligroso para algunos sectores. De ahí que en nuestro sistema educativo apenas se enseña nuestra historia. “La gente no se ha dado cuenta de la erosión que causa la pérdida de la identidad nacional”. Los currículos pueden ser académicos, como currículos para el desarrollo emocional sicosocial. En ese sentido atribuyó la crisis del país al vacío sociopolítico que tiene nuestro sistema. “Vemos que el país está por un lado y la educación por otro, cuando hay escuelas que por el lugar donde se encuentran el currículo debe ser dirigido al desarrollo emocional”.
El Dr. Pintado Menéndez advirtió que nada de sus señalamientos son nociones nuevas en la pedagogía, pero aquí todavía se insiste en la evaluación cuantitativa y no cualitativa. “En todas las disciplinas se deben dar pruebas de ejecución para que el estudiante demuestre lo que sabe. Para eso tiene que haber una participación del estudiante”.
“Pero romper con un paradigma de tantos años es difícil. ¿Quién supervisa a los directores de escuela?, ¿quién supervisa a los maestros?, ¿cómo se sabe que el maestro está trabajando bien, que enseña lo que debe enseñar, o enseña lo que el estudiante debe aprender?”, todas estas interrogantes están sujetas a nuevas formas.
Aun con todas estas deficiencias en el sistema educativo, el Dr. Pintado Menéndez expresó que no pierde las esperanzas. “Todavía apuesto a mi país y apuesto a la educación de mi pueblo, a una educación liberadora”.Necesario promover el pensamiento crítico en la educaciónCándida CottoCLARIDAD ccotto@claridadpuertorico.com
Para que el sistema educativo de cualquier país sea exitoso, tiene que reconocer su historia. Tampoco es posible ofrecer una educación masiva con un ente que pretenda controlarlo todo. Es obvio que en nuestro país imperan ambas circunstancias.
Según el veterano maestro de escuela, principal y ex director del Programa de Estudios Sociales del Departamento de Educación (DE), Dr. Emilio Pintado Menéndez, ésos son sólo dos de los factores que afectan la educación pública en la Isla. Las críticas constantes sobre la labor del DE nos movió a conversar con Pintado Menéndez, quien tomó la sabia decisión de retirarse del DE cuando llegó a la Secretaría Víctor Fajardo.
“El Departamento está extremadamente complejo porque se quiere”, apuntó. A esa complejidad se le suma la pretensión de ofrecer una educación masiva con una estructura centralizada, lo que calificó como un absurdo. Ejemplos de lo anterior son las divisiones de regiones educativas y los distritos escolares. Es un hecho conocido que las regiones educativas han sido el foco de mayor politización en el Departamento.
En opinión del pedagogo, una de esas dos estructuras (las regiones educativas o los distritos escolares) debería de ser eliminada. No importa la estructura que se mantenga, la misma debe tener un componente que fortalezca el aspecto docente de la supervisión, un ente facilitador, no fiscalizador del maestro del salón de clases. “Esa supervisión docente está totalmente abandonada en el Departamento”, reveló. Resaltó que aunque es cierto que hace falta que el maestro cambie, es necesaria una supervisión competente. Además, señaló, que no siempre los directores escolares están capacitados para la tarea de supervisor docente. Como ejemplo de lo anterior, dijo que la mayor parte del tiempo el director de la escuela está ausente cuando se imparte capacitación a los maestros. Esto produce que en ocasiones el maestro esté más adelantado en conocimientos que el director. En la práctica, el director de escuela no es un facilitador, sino un ente administrativo para atender los asuntos urgentes.
“Cuando lo importante es la relación entre el maestro y el estudiante, no hay quien resuelva lo docente”, comentó Pintado Menéndez, quien actualmente continúa su labor pedagógica en la Organización para el Fomento del Desarrollo del Pensamiento (OFDP), una entidad sin fines de lucro integrada por pedagogos a nivel hispanoamericano, la cual fomenta una educación liberadora.
Si no existe una relación apropiada entre el maestro y el estudiante el resultado será estudiantes rezagados, algunos más que otros. No obstante, llamó la atención a que todavía no conoce de ningún país que tenga el número de estudiantes universitarios que tiene Puerto Rico. Acotó, incluso, que la educación ya no es una vía para salir de la pobreza, sino que cuando hablamos de educación lo que se busca es tratar de formar a una persona para ver cómo va a contribuir mejor a la sociedad. Dio a entender que ésa debería ser la concepción más amplia sobre los propósitos de la educación de un país.
Por el contrario, en nuestro sistema educativo el proceso de enseñanza-aprendizaje se centra en la administración de un texto como guía y el estudiante está en la periferia. El proceso debe ser lo contrario. “Tenemos un currículo del siglo 19, un maestro del siglo 20 y un estudiante del siglo 21”, dijo en una cita del pedagogo español, Ignacio Pozo. Es decir, el libro es quien le dicta el currículo al maestro, y no se consideran las necesidades y la pertinencia de la materia para el estudiante. Para que la experiencia educativa sea significativa, resaltó que es necesario el desarrollo del pensamiento crítico, basado en las experiencias y eso hay que comenzarlo desde la etapa preescolar. En cambio -agregó- en nuestro sistema educativo lo que todavía hace el maestro es transmitir conocimientos al estudiante, mientras éste tiene un rol pasivo en el proceso.
“Llegó el momento en que hay que enseñar menos para que aprendan más. Todos tenemos capacidad para pensar, si no pienso no puedo construir conocimientos”, insistió sobre la participación del estudiante en el proceso educativo.
Le abordamos en cuanto a las dudas que existen sobre las herramientas que usa el DE para medir el aprovechamiento de los estudiantes. Sí existen modelos de medición, pero “¿estará el Departamento trabajando a base de conceptos, experiencias o de un material que aparece en un texto?”, se cuestionó a sí mismo. Replicó que puede haber un divorcio entre los modelos de medición y los conceptos que se enseñan, razón por la cual los estudiantes no pueden salir bien en las pruebas. Pero ese aspecto no se ha investigado lo suficiente en el país, admitió.
“Es triste ver que los maestros se ven fuera del sistema”, dijo sobre la actitud que asumen algunos maestros, aunque reconoció que hay quienes sí están experimentando nuevas formas pedagógicas. Aun así, advirtió que a los modelos y procesos educativos hay que darles tiempo, seguimiento y continuidad, no se pueden interrumpir cada cuatro años.
El experto en el desarrollo del pensamiento crítico recalcó la pertinencia de desarrollar las destrezas del pensamiento en los estudiantes para que puedan tomar decisiones sobre sí mismos e incluso sobre el aprendizaje. Pero el hecho es que hay maestros que ni ellos mismos dominan las destrezas del pensamiento crítico. “El maestro, mientras más domina el contenido de lo que enseña, más sencillo lo puede enseñar”.
Otro factor que impide un mejor aprovechamiento es la fragmentación del currículo. “La gente aprende integrando y nosotros seguimos fragmentando el conocimiento, eso no motiva al estudiante”. Alertó a la necesidad de cambiar a nuevos paradigmas y procurar darles continuidad. Sin embargo, al mencionar el concepto de escuelas de la comunidad como un nuevo paradigma, consideró que ni los directores escolares ni los maestros están capacitados para una verdadera escuela de la comunidad por los profundos niveles de dependencia que existen en nuestro país.
El maestro de historia llamó la atención a que todo sistema educativo de todo país tiene una óptica socio política y eso en Puerto Rico puede resultar peligroso para algunos sectores. De ahí que en nuestro sistema educativo apenas se enseña nuestra historia. “La gente no se ha dado cuenta de la erosión que causa la pérdida de la identidad nacional”. Los currículos pueden ser académicos, como currículos para el desarrollo emocional sicosocial. En ese sentido atribuyó la crisis del país al vacío sociopolítico que tiene nuestro sistema. “Vemos que el país está por un lado y la educación por otro, cuando hay escuelas que por el lugar donde se encuentran el currículo debe ser dirigido al desarrollo emocional”.
Tres Grandes
El Dr. Pintado Menéndez advirtió que nada de sus señalamientos son nociones nuevas en la pedagogía, pero aquí todavía se insiste en la evaluación cuantitativa y no cualitativa. “En todas las disciplinas se deben dar pruebas de ejecución para que el estudiante demuestre lo que sabe. Para eso tiene que haber una participación del estudiante”.
“Pero romper con un paradigma de tantos años es difícil. ¿Quién supervisa a los directores de escuela?, ¿quién supervisa a los maestros?, ¿cómo se sabe que el maestro está trabajando bien, que enseña lo que debe enseñar, o enseña lo que el estudiante debe aprender?”, todas estas interrogantes están sujetas a nuevas formas.
Aun con todas estas deficiencias en el sistema educativo, el Dr. Pintado Menéndez expresó que no pierde las esperanzas. “Todavía apuesto a mi país y apuesto a la educación de mi pueblo, a una educación liberadora”.Necesario promover el pensamiento crítico en la educaciónCándida CottoCLARIDAD ccotto@claridadpuertorico.com
Para que el sistema educativo de cualquier país sea exitoso, tiene que reconocer su historia. Tampoco es posible ofrecer una educación masiva con un ente que pretenda controlarlo todo. Es obvio que en nuestro país imperan ambas circunstancias.
Según el veterano maestro de escuela, principal y ex director del Programa de Estudios Sociales del Departamento de Educación (DE), Dr. Emilio Pintado Menéndez, ésos son sólo dos de los factores que afectan la educación pública en la Isla. Las críticas constantes sobre la labor del DE nos movió a conversar con Pintado Menéndez, quien tomó la sabia decisión de retirarse del DE cuando llegó a la Secretaría Víctor Fajardo.
“El Departamento está extremadamente complejo porque se quiere”, apuntó. A esa complejidad se le suma la pretensión de ofrecer una educación masiva con una estructura centralizada, lo que calificó como un absurdo. Ejemplos de lo anterior son las divisiones de regiones educativas y los distritos escolares. Es un hecho conocido que las regiones educativas han sido el foco de mayor politización en el Departamento.
En opinión del pedagogo, una de esas dos estructuras (las regiones educativas o los distritos escolares) debería de ser eliminada. No importa la estructura que se mantenga, la misma debe tener un componente que fortalezca el aspecto docente de la supervisión, un ente facilitador, no fiscalizador del maestro del salón de clases. “Esa supervisión docente está totalmente abandonada en el Departamento”, reveló. Resaltó que aunque es cierto que hace falta que el maestro cambie, es necesaria una supervisión competente. Además, señaló, que no siempre los directores escolares están capacitados para la tarea de supervisor docente. Como ejemplo de lo anterior, dijo que la mayor parte del tiempo el director de la escuela está ausente cuando se imparte capacitación a los maestros. Esto produce que en ocasiones el maestro esté más adelantado en conocimientos que el director. En la práctica, el director de escuela no es un facilitador, sino un ente administrativo para atender los asuntos urgentes.
“Cuando lo importante es la relación entre el maestro y el estudiante, no hay quien resuelva lo docente”, comentó Pintado Menéndez, quien actualmente continúa su labor pedagógica en la Organización para el Fomento del Desarrollo del Pensamiento (OFDP), una entidad sin fines de lucro integrada por pedagogos a nivel hispanoamericano, la cual fomenta una educación liberadora.
Si no existe una relación apropiada entre el maestro y el estudiante el resultado será estudiantes rezagados, algunos más que otros. No obstante, llamó la atención a que todavía no conoce de ningún país que tenga el número de estudiantes universitarios que tiene Puerto Rico. Acotó, incluso, que la educación ya no es una vía para salir de la pobreza, sino que cuando hablamos de educación lo que se busca es tratar de formar a una persona para ver cómo va a contribuir mejor a la sociedad. Dio a entender que ésa debería ser la concepción más amplia sobre los propósitos de la educación de un país.
Por el contrario, en nuestro sistema educativo el proceso de enseñanza-aprendizaje se centra en la administración de un texto como guía y el estudiante está en la periferia. El proceso debe ser lo contrario. “Tenemos un currículo del siglo 19, un maestro del siglo 20 y un estudiante del siglo 21”, dijo en una cita del pedagogo español, Ignacio Pozo. Es decir, el libro es quien le dicta el currículo al maestro, y no se consideran las necesidades y la pertinencia de la materia para el estudiante. Para que la experiencia educativa sea significativa, resaltó que es necesario el desarrollo del pensamiento crítico, basado en las experiencias y eso hay que comenzarlo desde la etapa preescolar. En cambio -agregó- en nuestro sistema educativo lo que todavía hace el maestro es transmitir conocimientos al estudiante, mientras éste tiene un rol pasivo en el proceso.
“Llegó el momento en que hay que enseñar menos para que aprendan más. Todos tenemos capacidad para pensar, si no pienso no puedo construir conocimientos”, insistió sobre la participación del estudiante en el proceso educativo.
Le abordamos en cuanto a las dudas que existen sobre las herramientas que usa el DE para medir el aprovechamiento de los estudiantes. Sí existen modelos de medición, pero “¿estará el Departamento trabajando a base de conceptos, experiencias o de un material que aparece en un texto?”, se cuestionó a sí mismo. Replicó que puede haber un divorcio entre los modelos de medición y los conceptos que se enseñan, razón por la cual los estudiantes no pueden salir bien en las pruebas. Pero ese aspecto no se ha investigado lo suficiente en el país, admitió.
“Es triste ver que los maestros se ven fuera del sistema”, dijo sobre la actitud que asumen algunos maestros, aunque reconoció que hay quienes sí están experimentando nuevas formas pedagógicas. Aun así, advirtió que a los modelos y procesos educativos hay que darles tiempo, seguimiento y continuidad, no se pueden interrumpir cada cuatro años.
El experto en el desarrollo del pensamiento crítico recalcó la pertinencia de desarrollar las destrezas del pensamiento en los estudiantes para que puedan tomar decisiones sobre sí mismos e incluso sobre el aprendizaje. Pero el hecho es que hay maestros que ni ellos mismos dominan las destrezas del pensamiento crítico. “El maestro, mientras más domina el contenido de lo que enseña, más sencillo lo puede enseñar”.
Otro factor que impide un mejor aprovechamiento es la fragmentación del currículo. “La gente aprende integrando y nosotros seguimos fragmentando el conocimiento, eso no motiva al estudiante”. Alertó a la necesidad de cambiar a nuevos paradigmas y procurar darles continuidad. Sin embargo, al mencionar el concepto de escuelas de la comunidad como un nuevo paradigma, consideró que ni los directores escolares ni los maestros están capacitados para una verdadera escuela de la comunidad por los profundos niveles de dependencia que existen en nuestro país.
El maestro de historia llamó la atención a que todo sistema educativo de todo país tiene una óptica socio política y eso en Puerto Rico puede resultar peligroso para algunos sectores. De ahí que en nuestro sistema educativo apenas se enseña nuestra historia. “La gente no se ha dado cuenta de la erosión que causa la pérdida de la identidad nacional”. Los currículos pueden ser académicos, como currículos para el desarrollo emocional sicosocial. En ese sentido atribuyó la crisis del país al vacío sociopolítico que tiene nuestro sistema. “Vemos que el país está por un lado y la educación por otro, cuando hay escuelas que por el lugar donde se encuentran el currículo debe ser dirigido al desarrollo emocional”.
El Dr. Pintado Menéndez advirtió que nada de sus señalamientos son nociones nuevas en la pedagogía, pero aquí todavía se insiste en la evaluación cuantitativa y no cualitativa. “En todas las disciplinas se deben dar pruebas de ejecución para que el estudiante demuestre lo que sabe. Para eso tiene que haber una participación del estudiante”.
“Pero romper con un paradigma de tantos años es difícil. ¿Quién supervisa a los directores de escuela?, ¿quién supervisa a los maestros?, ¿cómo se sabe que el maestro está trabajando bien, que enseña lo que debe enseñar, o enseña lo que el estudiante debe aprender?”, todas estas interrogantes están sujetas a nuevas formas.
Aun con todas estas deficiencias en el sistema educativo, el Dr. Pintado Menéndez expresó que no pierde las esperanzas. “Todavía apuesto a mi país y apuesto a la educación de mi pueblo, a una educación liberadora”.

1 Comments:

Blogger Maestría Administración de Cooperativas said...

La historia siempre se ha enseñado aquí en favor de los Estados Unidos. Exelente artículo el que blogueaste. Creo que deberiamos salir del miedo que han fundado aqui los imperialistas, solo eso nos hara invencibles ante ellos. La mayoria de los hombres les da miedo asumir la verdadera postura que les requiere su patria por tal razon se refugian bajo el ala del aguila calva, que es una sombrilla falsa, por que el aguila tan poderosa en su juventud se pone vieja e inutil y la pseudo seguridad desaparecera.

1:42 PM

 

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